Auditorías energéticas

Definimos “auditoría energética” para un edificio (incluyendo un proceso industrial dentro de él), como un estudio de disminución de costes energéticos, económicos y medioambientales.

El término abarca un espectro muy amplio, en función de la profundidad con que se realice el estudio, pudiendo llegar desde un simple informe de propuestas de mejoras de equipos auxiliares del proceso principal, hasta un estudio detallado de mejoras, no sólo en los equipos auxiliares (cambios en la tecnología del proceso).

La auditoría energética es un proceso sistemático mediante el que:

  1. Se obtiene un conocimiento fiable del consumo energético del edificio y/o proceso industrial.
  2. Se detectan los factores que afectan al consumo de energía.
  3. Se identifican, evalúan y ordenan las distintas oportunidades de ahorro de energía, en función de su rentabilidad y emisiones de CO2.

Podemos plantear diferentes niveles de “auditoría energética”:

  • Diagnóstico energético: estudio sobre el estado actual de las instalaciones.
  • Auditoría energética: estudio sobre el estado de las instalaciones, con las correspondientes propuestas de mejoras orientadas al ahorro de energía, dinero y emisiones, incluyendo un estudio económico de las mismas.
  • Auditoría energética profunda: contempla los aspectos anteriores incluyendo un estudio sobre el proceso productivo y llegando a proponer importantes modificaciones en dicho proceso.
  • Auditoría energética dinámica y continua: es la que se realiza de un modo continuo.